Atrapasueños

El atrapasueños está hecho con rama de Maracuyá y plumas naturales






  Atrapasueños de Faisán y Guacamayo, 18€ (20x45cm)


  Atrapasueños de Gallina Guinea, 18€ ( 20x50cm)



 Atrapasueños de Guacamayo. 15€ (12x25cm)
                               
                                             

 Atrapasueños de Pavo Real, 15€ (12x30cm)
                                           
                                             

  Atrapasueños de Gallina Guinea, 10€ (5x10cm)
      
                                           

                                                                                 

 Totem de piel con plumas de Gallo, 70€ (60x90cm)


Un totem te da el poder del animal representado

   reverso del de arriba

                                                             

  Atrapasueños de huesos y pelo de caballo, 50€ (30x50cm)

                                       

 Atrapasueños Lechuza ,con plumas de lechuza 30€ (20x30cm)

                                               


                                               

  Atrapasueños Halcón,con pluma de halcón peregrino 30€ (20x40cm)

                                             
  Atrapasueños Halcón, 25€ (15x25cm)


La leyenda
    Hace mucho tiempo, cuando el mundo era aún joven, un viejo líder espiritual lakota estaba en una montaña alta cuando tuvo una visión. En esta visión, Iktomi -el gran maestro bromista de la sabiduría- se le apareció en forma de araña. Iktomi hablaba con él en un lenguaje secreto, que sólo los líderes espirituales de los lakotas sabían entender. Mientras le hablaba, Iktomi –en forma de araña- cogió un trozo de rama del sauce más viejo. Le dio forma redonda y con plumas, pelo de caballo, cuentas y adornos empezó a tejer una telaraña. 
    Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como bebés y crecemos hacia la niñez y después hacia la edad adulta, para llegar finalmente a la vejez, cuando debemos volver a cuidar de los bebés, completando así el círculo. 
    Pero Iktomi dijo -mientras continuaba tejiendo su red- "en todo momento de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas, otras malas. Si te encuentras con las buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada". Y continuó: “Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y pueden interferir con la armonía de la naturaleza. También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas."
    Mientras la araña hablaba continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro. Cuando ésta terminó de hablar, le dio al anciano Lakota la red y le dijo: "Mira la telaraña, es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero, úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones. Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña retendrá tus buenas ideas que descenderán por las plumas hasta ti y las malas desaparecerán al amanecer por el agujero". 
    El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida. Se cuelgan encima de las camas, en su casa para escudriñar sus sueños y visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y vive con ellos. Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos. 


    Los atrapasueños o también llamados cazadores de sueños, se denominaban "Bawaadjigan" en el lenguaje Ojibwe de los sioux, quienes luego se dividieron en los sante (isanyati, los que viven cerca de Knife Lake), dakota centrales y teton (lakotas).
    Estas culturas sostenían la creencia de que los sueños eran mensajes del mundo espirtual. De esta manera,  el atrapasueños funcionaba como un filtro de sueños y visiones, que protegía contra las pesadillas. Los lakotas particularmente, llegaron a creer que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro, y es propicio para la buena fortuna y la armonía familiar, aparte de los buenos sueños.

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